
Pese al anonimato de los artistas medievales, ¿firmó su obra el autor de los capiteles del monasterio aragonés? ¿De qué manera lo hizo?
Todavía hoy puede recorrerse el sendero natural de diez kilómetros que une la localidad de Santa Cruz de la Serós con el impresionante monasterio de San Juan de la Peña, un verdadero “unicum” en cuanto a edificio religioso guarecido bajo un enorme abrigo rocoso, que ha condicionado pasado y presente del monasterio. Se trata de la misma ruta que utilizaron eruditos e investigadores desde principios del siglo XIX, para redescubrir el enclave y difundir su belleza, amén del simbolismo histórico de la llamada “Covadonga aragonesa”. No en vano, los primeros reyes de la dinastía del Reino de Aragón descansan entre sus muros.

Algunos de aquellos viajeros fueron tan ilustres como el dibujante Francisco Javier Parcerisa, quien aplicó su visión romántica a San Juan de la Peña para inmortalizar en una de sus litografías el enclave conquistado por la vegetación, junto a los primeros síntomas de ruina. Algunas de las primeras fotografías del monasterio se las debemos a un joven que, en un ámbito muy distinto al artístico, cobraría fama mundial: el Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal.
Los visitantes de San Juan dejaron constancia de la impresión causada por el cenobio aragonés. Pero tras sus visitas no destacaron la iglesia mozárabe cuyos altares fueron excavados sobre la misma roca. Ni encumbraron las pinturas que a duras penas decoran hoy sus ábsides, pese a ser comparadas con las del Panteón Real de San Isidoro de León. Tampoco se quedaron con la iglesia románica situada en la planta superior. Quienes descubrieron el monasterio pinatense recrean el instante en que, salvada la puerta mozárabe, se encuentran con el elemento más destacado del conjunto: su claustro.

Y eso que el monasterio sufrió la devastadora acción del fuego en los siglos XIV, XV y XVII. El último obligó al abandono parcial del cenobio real, a favor de otro de nueva factura en la pradera superior. Las desamortizaciones y el peaje de utilizar como vivienda un verdadero circo rocoso —los desprendimientos habían costado la vida a más de una persona— desalojaron definitivamente el emplazamiento en el XIX. Imágenes del siglo posterior reflejan el aspecto del claustro tras la intervención del arquitecto Ricardo Magdalena, quien apostó por reconstruir en ladrillo las galerías derruidas. Francisco Íñiguez Almez otorgaría criterios modernos a la restauración que ha dejado el recinto como lo vemos hoy: únicamente con dos de sus galerías en pie. Por techo, una enorme peña. Marcando el recorrido procesional, como San Juan de Duero en Soria.
Accede a la galería completa de San Juan de la Peña
Pero, ¿quién talló los maravillosos capiteles que hoy siguen en pie? En 1928, el medievalista americano Arthur Kingsley Porter habló por primera vez del «Maestro de San Juan de la Peña», una teoría ampliamente debatida y no pocas veces contestada. En los ochenta, las menciones de los «maestros» medievales cayeron en el ostracismo. A menudo, el tópico ha insistido en el anonimato de los artistas del románico. Sin firma, sin identidad. Puede que, después de todo, en San Juan de la Peña, su «Maestro» nos legara el código para dar con el genio que esculpió sus capiteles. ¿Cuáles eran esas señas de identidad? ¿Era la factura y la calidad de la obra la verdadera rúbrica? ¿Existió realmente el «Maestro» de San Juan de la Peña?
HORARIO DE VISITAS
FECHAS DE APERTURA | HORARIO |
1 Noviembre – 15 marzo | 10:00h – 14:00h, excepto sábados de 10:00 a 17:00h |
16 marzo – 31 mayo | 10:00h – 14:00h // 15:30h – 19:00h |
1 junio – 31 agosto | 10:00h – 14:00h // 15.00h – 20.00h |
1 septiembre – 31 octubre | 10:00h – 14:00h // 15:30h – 19:00h |
*Los monasterios estarán cerrados el 25 de Diciembre y el 1 de Enero**Los horarios no están exentos de posibles cambios. |